Es muy probable que un día laboral en la vida de la gran mayoría de los especimenes porteño-urbano-oficinistas empiece con un café y unos cuantos mails para leer. Sin pretender demasiado rigor científico se puede arriesgar que de cada 50 correos que invadan su bandeja de entrada a diario, haya 20 que tengan que ver con la mejora de la vida sexual, 10 formarán parte de otro tipo de basura (falsas cadenas solidarias, recetas para hacerse millonario desde su casa, etcétera), otros 10 serán rutinarios y aburridos asuntos laborales. La decena restante, la más deseada, la alegría de las mañanas, será la que proviene de amigos, familiares y otros remitentes mucho más felices. Es ahí donde, cada tanto, suelen aparecer esas cadenas que recopila "Correo Basura", un libro que es un verdadero muestrario de esta generación.
Fue realizado por cuatro internautas acumuladores compulsivos de ciberbasura que rondan los 40 años, dos argentinos y dos españoles, dos editores y dos diseñadores, todos vivían en Barcelona: José Lainz, Carles Javierre Pelut, Fernando Rapa y Sergio Criscolo. Su virtud fue darse cuenta, mucho antes de que los servidores de correo se dispusieran a aumentar la capacidad de las cuentas, que la gente estaba tirando a la papelera de reciclaje cosas que quizás tendrían valor antológico en el futuro. Para armar el libro estuvieron recolectando mails desde 1998. "Empezamos a pensar que ese material debía terminar en un libro, en papel, y así empezamos recolectar material que alguna vez habíamos recibido y habíamos tirado… como idiotas", comenta Criscolo.
Ha sido mucho lo que han juntado, cualquier navegante que recorra sus páginas encontrará casi todo lo que alguna vez ha leído en su bandeja de entrada. "La edición cuenta con 256 páginas pero que en un primer momento iban a ser… ¡512! Dejamos un montón de material afuera", asegura uno de sus coautores. "Este libro es un estudio actual de la red. Material para los antropólogos del futuro. Una forma de abrir y hacer visible la parte desechable de nuestras cuentas de correo que han sido invadidas por miles de mensajes que no esperábamos. Funciona como los graffiti de una gran ciudad", reza la intro. Nada más cierto.
Guillem Martínez, periodista español del diario El País, describe con precisión la fauna de esta selva de internautas por la que solemos perdernos a diario: "Cuando abrís el correo descubrís que el mundo está lleno de oficinistas, de funcionarios, de freakies nocturnos, de personas que comen photoshop y telepizza, que no entienden el mundo. Por eso fabrican, con todas sus dudas, basura. Una basura divertida, que tiene algo de quejido ante un mundo que es difícil de comprender. Sobre todo porque nadie dice nada".
Dentro de toda esta sarta de cadenas, chistes, fotos trucadas, sexo, rarezas, mails bizarros, tests y demás delirios y, considerando que son verdaderos expertos en el arte de la red, sería interesante saber cuál será el correo basura favorito de los autores. Criscolo se define:"Me encantan. Las 32 frases que te gustaría escuchar de tu novia" y "Diario de un desgraciado" (ver "Lo mejor de la papelera"). A mis compañeros les encanta también el "R.9 Fantástico". Con la mayoría de los mails que editamos en este libro me pasa una cosa llamativa: cada tanto los leo otra vez y, sinceramente, me vuelvo a reír". Ellos consideran a su libro como una especie de símbolo de nuestro tiempo y asumen su misión de atrapar el humor efímero de esos mails en el papel. "Da pena que se pierdan… además ¡un libro no ocupa lugar en el disco rígido!".
Nota final: Si reenvía esta nota a 10 de sus compañeros de oficina se le cumplirán todos sus deseos, se hará millonario, viajará por el mundo y Argentina saldrá campeón. En cambio, si no se la pasa a nadie, Menem volverá a ser presidente, se cruzará con una manifestación de 50 mil piqueteros a tres cuadras de su casa y necesitará miles de pastillas de esas que ofrecen los correos basura. Los otros, los que no vale la pena leer.