Dibujar en pinturas sobre los muros de la protesta, pero tambien impresa sobre mochilas, camisetas, accesorios y gorras, llegando incluso a prendas masculinas mas intimas, la A es un signo de tal manera conocido y desconocido a la vez que ha acabado por ser considerado un símbolo tradicional de la iconografía libertaria. En realidad, como nos explican sus creadores, tiene poco mas de 40 años; la A nace como proyecto en Paris durante el año 1964, en el interior de una pequeña red de jóvenes anarquistas, pero comienza su vida pública durante el año 1966 en Milán, impreso sobre volantes y carteles de la Gioventú Libertaria. Poco después, la exploración de 1968 – y la investigación providencial de los Sprays de pintura hará rodar el símbolo por las calles de todo el mundo.
Esta inédita historia por imágenes, junto a los relatos que las acompañan recorre la sorprendente y a menudo bizarra, difusión planetaria sobre el empuje primario de la pasión libertaria y posteriormente sobre la cultura punk, hasta la reciente exploración comercial. Un viaje en el imaginario contemporáneo que da cuenta de las múltiples interpretaciones a menudo inesperadas, tal vez contradictorias- de un símbolo nacido con una fuerte connotaciones especificas y que con el tiempo se transformo en uno de los símbolos mas usados para expresar no tan solo anarquía, sino tambien revuelta, rechazo, anticonformismo, transgresiones en sus mas variadas declinaciones.